Si mis cuentas no me fallan, tiene más de un año que empecé este blog, con muchas ganas y espectativas de mi mismo. Pero como no tengo mucho tiempo, ni siquiera para mi, no me es posible escribir más de lo neesario en mis clases. Por esto, esta ocasión compartiré una parte de una investigación que redacté sobre la historia de los microprocesadores.
La historia de los microprocesadores es bastante larga y apasionante a pesar del corto lapso en que esta ha estado ocurriendo. Han sido 40 años de grandes avances e innovaciones que permitieron, de manera definitoria, alcanzar los avances que tenemos actualmente en el área de la electrónica y la computación. Dado que "un microprocesador es el corazón, el alma tanto como el cerebro de una computadora" (Prashant Magar, “History of Microprocessor”).
La Ley de Moore ha definido de manera importante el desarrollo de los microprocesadores, pero como todo tiene sus límites, es posible que no pueda continuarse más con esa tendencia. Todo esto, nos deja plantearnos ciertas preguntas tales como: ¿ya no se continuará trabajando en incrementar las actuales velocidades de reloj de los microprocesadores? ¿El consumo energético de la tecnología multi-core es adecuado para las próximas generaciones dado que debemos reducir este consumo? ¿Sería viable implementarla a dispositivos móviles? ¿A cuántos núcleos llegarán a tener nuestras computadoras personales en algunos años?... estas y muchas otras preguntas, a las que algunos, más conocedores del tema, podrán aventurar algunas respuestas. Pero es conveniente esperar a que lleguen las respuestas y saber identificar estas nuevas tendencias para quienes desarrollen tecnologías, así como para los simples consumidores pues esto podría ser de gran ayuda, pues les permitiría una mejor adquisición o inversión.
Ahora, me gustaría hablar de un cambio que me parece inminente y próximo, aunque ignoro qué tan viable podría llegar a ser. Hablo de la transición de la Electrónica en Optoelectrónica. Se ha hablado mucho de esto, y las ventajas en velocidad que nos acarrearía parecen increíbles, dado que la velocidad de la luz es mucho más alta que la de la corriente eléctrica, con lo que podríamos ejecutar instrucciones en mucho menor tiempo que en la actualidad. Pero dado que no se tiene la misma cantidad de conocimientos que se tienen sobre electrónica y semiconductores, no es posible fabricar dispositivos ópticos que nos brinden las prestaciones de los electrónicos. Sin embargo, no puedo esperar a ver cómo sería el desarrollo de CI’s ópticos y los retos que estos puedan presentar a los investigadores y diseñadores.
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